28 años sin Miguel Ángel Blanco

El secuestro de Miguel Ángel Blanco (PP) se produjo el 10 de julio de 1997.

Tras comer con sus padres como un día más, Miguel Ángel Blanco salió de su casa dirección a Eibar, donde le esperaba un cliente a las 15:30 horas. El joven concejal del PP en Ermua (Vizcaya) no llegó a la cita y sus compañeros de trabajo comenzaron temer que algo pudiera haberle pasado.

Tres horas más tarde, la emisora de radio ‘Egin Irratia‘ recibía una llamada telefónica de la banda terrorista ETA en la que informaba del secuestro de un concejal del PP de Ermua y daba un ultimátum al Gobierno de España: si en 48 horas no anunciaba el traslado de todos los presos vascos a Euskadi, Miguel Ángel Blanco moriría.

Los peores augurios se confirmaban, el joven político fue visto por última vez a las 15:30 horas, antes de tomar el tranvía para reincorporarse al trabajo. Nueve días después del rescate del funcionario de prisiones, Ortega Lara por la Guardia Civil, ETA aparecía de nuevo.

El Gobierno de la época (PP) lo tuvo claro desde un principio y aseguró que no cedería al chantaje de ETA. Todos los partidos políticos apoyaron sin reservas la decisión del Ejecutivo, a excepción de Herri Batasuna.

El entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, fue el encargado de dar la noticia a la madre de la víctima, mientras que el padre, ajeno a todo lo que estaba ocurriendo, fue informado por los periodistas que se agolpaban a las puertas de su casa.

Desgraciadamente, el 12 de julio de 1997, el reloj marcó las 16:40h y ETA cumplió su amenaza.

El etarra ‘Txapote’ disparó dos veces, con una pistola Beretta del calibre 22, contra la parte occipital de la cabeza de Miguel Ángel Blanco, en un descampado en el municipio guipuzcoano de Lasarte, concretamente a un km y medio del casco urbano y en las proximidades de San Sebastián, cerca de las antiguas vías de ferrocarril y de un puente. Dos vecinos, alertados por los ladridos de sus perros, encontraron al edil agonizando y maniatado con la cara desfigurada y ensangrentada.

Miguel Ángel Blanco fue trasladado de urgencia al hospital donostiarra de Nuestra Señora de Aranzazu, donde le diagnosticaron un coma neurológico profundo, muerte cerebral.

El consejero del hospital no dismuló su pesimismo ante el estado y el futuro de Miguel Ángel, durante su comparecencia ante los medios. Sólo quedaba esperar. Al conocer la noticia, las manifestaciones de repulsa y actuaciones espontáneas se sucedieron en toda España, en Ermua se prendió fuego a la sede de HB.

Aquel verano de 1997 todo el pueblo español se unió y le plantó cara a una banda de cobardes con pistola, el pueblo dijo BASTA.

Entender el pasado es la única forma de entender el presente

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